Primero fue el neuromarketing, con la aplicación de los avances neuronales a la disciplina de la mercadotecnia. Luego llegó la neuroética de la mano de pensadores como Adela Cortina, porque todos estos avances indudablemente hacían necesario un replanteamiento de las implicaciones morales y los límites a la innovación. La neurociencia, en los últimos años, haSigue leyendo «Neuroliderazgo: no es el futuro, es el presente»